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sábado, 5 de septiembre de 2015

Murales de Escariche, Guadalajara, España

Exposición Celebrando los 30 años del primer 
Museo del mural de España, 1985. 
Enlace fotos de los murales 
Anaida Hernández, La caída de Ícara - 1985, Mural Acrylic, Guadalajara, España
Muralistas de Escariche
Palabras claves: Street art, arte comunitario, arte colaborativo, arte público  
50 murales de 39 artistas procedentes de 18 países y 3 continentes. Pintados en las fachadas de las casas convierten en famoso pueblo desconocido de Guadalajara, Madrid, España 

Tomado de Facebook de la página de Ibirico

Galería Ra del Rey, 
Calle de la Reina # 11, Cerca de la Gran Via,
Madrid , España                                          

2 de junio de 2015
Muralistas de Puerto Rico: Rafael Rivera Rosa, Carmelo Sobrino y Anaida Hernández




Por Ibirico 


Cuando allá por los años ochenta mi querido colega y amigo Rufino de Mingo, me habló de un proyecto de murales en su pueblo, simplemente le taché de loco por tener “Ideas tan extravagantes”… 
Tengo que reconocer que con el tiempo, esa supuesta “Enajenación mental” a la que aludí en su momento, se transformo en una realidad, gracias al tesón y gran esfuerzo en reunir a un grupo de artistas plásticos en “La Casa de Piedra” de un Pueblo desconocido para nosotros y para muchos ciudadanos de nuestro país... Allí Rufino nos ofreció a todos, comida y alojamiento…
Y fue el lugar que a partir de ese momento pasó a ser “Cuartel general” y centro de reunión de no sólo los cuarenta muralistas sino de un sinfín de escultores, críticos de arte, periodistas, gente de la movida madrileña, hispanoamericana y del ámbito de Castilla la Mancha…
Hubo intento también de obra escultórica paralela a los murales por parte de Villa-Toro, Savagen group y Manuel Amaro, diseños de R. de Mingo, Ibirico y Geo Ripley, que no llegaron a realizarse por falta de medios…
Nos quedaba un largo camino por recorrer…
Convencer a las autoridades municipales, luchar contra la susceptibilidad de los vecinos reacios a que pintaran los muros de sus casas, conseguir materiales, etc., etc.…
Afortunadamente hubo personas entre éstos últimos, sensibles al arte y el proyecto se inició con el mural de Rafael Rivera Rosa.
A partir de ese momento y tras la realización de otros más, la acogedora villa natal del autor del proyecto enclavada en pleno corazón de la Alcarria e ignorada por muchos, pasó a ser conocida mundialmente cómo “Escariche el Pueblo de los Murales”…
En cualquier caso, el hecho sirvió para que en España , tanto las autoridades locales como provinciales tomaran conciencia de la importancia del mismo y pusieran en marcha una serie de actos por tierras de Guadalajara (Pastrana, Almonacid de Zorita, Tartanedo, Trillo, Cifuentes, Sigüenza, Guadalajara…) que coincidieron con el Centenario del descubrimiento de América y al que se sumaron relevantes pintores, escultores y literatos de ambos lados del atlántico, con una serie de encuentros artísticos y exposiciones en Cuba, puerto Rico, Rep. Dominicana, Venezuela y España…
Han pasado más de dos décadas y aún subsisten los murales como patrimonio artístico de Escariche y sus ecos estéticos esparcidos por varios países…
Algunos de ellos han desaparecido (entre ellos el mío…), ante la pasividad y nula reacción por parte de las Autoridades y Escaricheros…
Por Anaida Hernández
Gracias Ibirico por tan grata reflección. Yo también, de Puerto Rico, estuve allí pintando un mural, La caída de Icara. También me hospedé en la única casa de piedra del pueblo, la casa de Rufino de Mingo. Son lindos los recuerdos y anécdotas para contar. Recuerdo, que la gente y el cura del pueblo pasaban todos los días a curiosear que era lo que se estaba pintando. Se hicieron muchas conjeturas, desde que era un cristo crucificado hasta que era un árbol caído, ni remota idea de lo que era. Para sorpresa de todos, se fue develando poco a poco una mujer desnuda con los brazos abierto que caía del cielo, en perspectiva. (que Rufino cuente la otra parte de la historia). La gente del pueblo colaboró mucho con nosotros. Nos ayudaron a montar y desmontar los andamios, a llevar y traer los materiales y luego al final del día, a la única cantina del pueblo. Rufino se adelantó a su época, hoy día estos murales se le llaman “art street”, arte comunitario, arte colaborativo, arte público, un arte de vanguardia, tres décadas después. ¡Arriba Rufino de Mingo!