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domingo, 20 de mayo de 2012

The Bronx Museum, Bronx, New York, Memorias del silencio, 1998.

COMMUNITY ART /The Bronx Museum art work commission
ARTIST STORY Behind-the-art

El proceso creativo interactivo, la atista y los participantes.


Instacion interactiva-reactiva en colaboración con el Elder Group, Bronx Museum, Bronx, NY
Memorias del silencio, 1998 es una instalación interactiva-reactiva,  arte comunitario, en colaboración con 15 residentes del Grupo de Envejecientes del New Settelement Apartments del Bronx que culminó en una serie de talleres de arte organizado por el Bronx Museum, Bronx, New York, EU.
En los años noventas, los museos de arte de la ciudad de New York consideraban que era necesario fomentar más sus programas educativos con la comunidad y buscaban nuevas formas de expresión artística. El Bronx Museum creó el programa Galería  Satélite donde invitaban a los artistas para crear puente de comunicación entre museo y comunidad. Estas iniciativas nos recuerda al El New Museum en el 1980, uno de los primeros museos en EU en crear programas de educación; cuando lanza el programa de arte en escuelas secundarias (HSAP), donde  participa el arte contemporáneo con estudiantes de alto riesgo. Así, los programas de educación de los museos, más que enfocarse en los visitantes como tal, lograron crear reflexiones más profundas sobre un verdadero programa con la comunidad. Actualmente, el arte en colaboración y comunitario son propuestas que lograron ubicarse en el arte de vanguardia y muy fundamental en los programas de educación de los museos en el mundo y el arte comunitario.

Metodo y estratégias de Anaida
  • Intuisión  
  • Franqueza 
  • Empatia
  • Imaginación
  • Todos somos artistas 
  • El trato


El proyecto proponía a los participantes comenzar a partir desde una historia personal de cada uno donde compartirían un secreto que jamás habían develado. A través de una serie de talleres los participantes trabajarían una "caja de los secretos" donde pintarían, construirían, pegarían artisticamente sus secretos, dirijidos por la artista. Esas cajas terminadas formarían parte un gavetero.

La primera vez que me reuní con el grupo no recibí muy buena respuesta, los sentí desconfiados, mal humorados e impacientes. Oí decir algunos de ellos " que secreto, ni que secreto voy a contar... les parecía una idea muy extraña hablar de secretos. El grupo era multicultural y tenían entre ellos problemas étnicos, de comunicación y estaban divididos. Para mi representaba un gran reto y motivo de preocupación, realmente no sabía como proceder para convencerlos y decidí hacer lo que siempre hacia en momentos como estos; confiar en mi intuición, ser franca, honesta y mostrar mi empatía hacia ellos. Para la próxima vez que los vi les propuse una idea: vamos a hacer un trato, yo les voy a contar dos secretos; uno que me contaron y otro mío. Así fue y el trato se hizo. Cuando terminé de contar mi secreto se levantaron a consolarme y decirme lo mucho que lo sentían. Comenzaron a contar sus historias, relatos muy variados, impresionante, algunos fantásticos y otros muy tristes. El grupo cambió de actitud, se rompieron las barreras culturales y étnicas, se crearon lazos de solidaridad y unión entre ellos, trabajaron muy intensamente con mucho entusiasmo. Memorias del silencio se expuso en el Discovery Museum en New Jersey, Hostos Gallery en el Bronx y también  en Museo de Arte de Puerto Rico. Verdaderamente se formó un grupo al que se sentían como artistas que llamé Emerging Elder Group. Los invité a un taller de arte en el New Museum of Contemporary Art, NYC, con motivo de mi exhibición Juegos Illegales.
*Raina Lamkins-Filder comenta: Por ser una artista que a menudo hace trabajos de colaboración con otros, Hernández tiene la facilidad de hacerse confiar las historias personales de relativos extraños en la manera que solo los más íntimos pueden lograrlo. Lejos de ser voyerista, Hernández, es como el vehículo por el medio del cual se representa lo innombrado, a la vez que le da forma a los impulsos creativos de los envejecientes. Animó a los participantes de Elder Group a que divulgaran sus historias usando medios mixtos, construcciones, collages, objetos encontrados, y artículos personales para crear gavetas muy individuales para un mueble diseñado por Hernández. La temática de Memorias del silencio toca el tema de la familia, el trabajo, la emigración, las relaciones y la supervivencia. Para ayudar a sus colaboradores a revelar recuerdos largamente silenciados, Hernández, comenzó este proyecto confesándoles su propia historia y sus secretos a los participantes envejecientes.

Cuando los espectadores se ven frente a la instalación se confrontan, antes que nada con su propio reflejo. Un gran espejo con un marco dorado intrincado cuelga sobre las gavetas negras y verdes. Los signos domésticos son familiares y recuerdan los muebles de los dormitorios de nuestras casa quizás, incluso con una fotografía familiar y figuritas de porcelana de recuerdo que descansan sobre manteles de encajes color crema.

.... Es raro que silenciemos experiencias del todo positivas. En Memorias del silencio, cada gaveta significa un momento en el tiempo, un amor perdido, un mal hecho. A menudo borramos malos recuerdos en un esfuerzo por calmar nuestra culpa, esconder nuestro dolor o simplemente para olvidar. Sin embargo, Hernández mantiene que la memoria " es la fuente de lo fantástico, sin límites ni fronteras. Su contenido es inagotable. Ahí está la clave y la llave para abrir el mundo infinito, desconocido y misterioso de la creatividad".  Esto no quiere decir que que el trabajo trata sobre la terapia. Más bien, reconoce cómo, por medio de un ejercicio de la memoria, se puede desatar la verdadera creatividad.

Ficha técnica
Titulo de la obra: Memorias del Silencio, 2008
Madera, acrílico, objetos, espejo, fotografías.
Dimención variable: Cada gavetero 4.4 x 2.9 pies x 10.5 pulgadas. Espejo 22 x 30 pulgadas. Piso linoleo 12 x 4 pies.
* Fragmento del ensayo por Raina Lampkins-Filder, Compartiendo secretos: las instalaciones de Anaida Hernández 1994-2000, del catálago  Anaida Hernández, Riddle me This, What Am I? Pag. 48-49, 2001, publicado por Hostos Art Galery, Bronx, NY. Disponible en Amazon.com



miércoles, 2 de mayo de 2012

Lower East Side Tenement Museum, New York City, Secretos Compartidos, 1999

ART WOK COMMISSION
ARTIST -IN- RESIDENCE
Instalación interactiva-reactiva en colaboración con 25 inmigrantes de New York City. Coordinado por el Lower East Side Tenement Museum.
40 cajas en madera, acrílico, cremalleras, campanas, clavos, papel, objetos, linterna, tela negra.
Medidas variables: Cada cajas 14 x 13 pies x 3 pulgadas. Vista en el Museo de Arte de Puerto Rico.



Enlace: Tenement Museum New York City - NYC Museum


En  1999 Anaida Hernández, fue invitada como artista residente a crear una obra en el Lower East Side Tenement Museum, New York City. Este museo, situado en el barrio judio al este de NYC, es  un museo dedicado a preservar la historia de las familias de los inmigrantes que han vivido allí desde hacen 150 años.

Secretos compartidos,  es una instalación  de pinturas y objetos creadas en colaboración con inmigrantes de numerosos países  que incluyen China, Italia Brasil, Colombia, India, Italia, México, y la Republica Dominicana. Los participantes, residentes de NYC, eran miembros del programa Englih for Students of Other Langueges, de University Settlement House.

Entre las muchas instalaciones de Hernández, Secretos Compartidos, es la más conforme a la estética esperada del arte conceptual. El espectador entra a un espacio blanco y se encuentra rodeado de 40 cajas cuadradas montadas en la pared a aproximadamente a 5 pies del piso, las cajas cuadradas y huecas cubiertas de una tela negra clavada a los lados con clavos de construcción y tiene una cremallera que divide la tela por el medio. En la superficie hay poco detalle visible, lo cual intensifica la naturaleza secreta del espacio interior. La atmósfera de descubrimiento es realzada por las linternas que le dan al visitante al entrar a la exposición.

Aquí, como en otras instalaciones de Hernández la función del cuerpo y la participación activa del espectador son componentes necesarios que en realidad completan la obra. Se invita al espectador a abrir la cremallera de la tela negra y tirante que cubre las cajas, y a mirar su interior. El propósito de las cremalleras es tanto funcional como metafórico; dan acceso solo si el espectador decide participar. Como este tiene que estirar el material para separarlo con una mano mientras manipula la linterna con la otra, las imágenes pintadas dentro de las cajas se oscurecen parcialmente y entran y salen de foco, como si batallaran para encubrir el secreto que guardan.

Las historias secretas escondidas detrás de la tela negra dan cuenta de los viajes, llegadas. Y sueños de aquellos que transplantados a los Estados Unidos. Ojos letras, números, signos interrogativos y otras imágenes de colores brillantes, pintados bien sea por Hernández, o por los participantes, relatan las vicisitudes  y triunfos de los inmigrantes en este país.

Como Hernández, que recientemente se mudó a New York, desde Puerto Rico, sus colaboradores, que luchan por aprender Inglés, hallaron comunicación por medio de la creación de símbolos de su propia experiencia.

De los muchos trabajo de la artista, tanto individual como de colaboración, mucha de las cajas contiene símbolos enigmáticos al parecer inescrutables que no dependen de la palabra para revelar sus sentidos. No obstante, si nos concentramos en estos lenguajes visuales personales los vemos desde la óptica desde sus propias historias, nos es imposible permanecer distantes según empezamos a hacer la cartografía de distintas rutas de la travesía del inmigrante.

Auque la colaboración con la comunidad que no tienen experiencia previa con las Bellas Artes anima y eleva el desarrollo estético de los participantes, es importante notar que la propia sensibilidad artística de Hernández está siempre inconfundiblemente presente. Tiene éxito como la forjadora de un proyecto estético en el cual todas las visiones salen a la superficie. 

Las instalaciones de Hernández son reveladoras, la artista coreografía ambientes sociales y estéticos sobre temas filosóficos, políticos, sexuales artísticos, quedan manifiestos para nuestra exploración y entendimiento. Su imaginería pictográfica es la llave para descifrar lo innombrado y lo interior para que finalmente podamos compartir nuestros secretos*


Raina A. Lampkins-Fielder

Curadora independiente, fue Directora del Programa Educativo de Whitney Museum of American Art y actualmente es editora de la revista Some/Thing
Vive y trabaja en Paris, Francia.

* Fragmento del ensayo Compartiendo secretos: las instalaciones de Anaida Hernández 1994-2000, del catálago  Anaida Hernández Riddle me This, What Am I? Pag. 48-49, 2001.